La energía solar es un tema recurrente últimamente y España es uno de los países con más horas de sol. Este hecho nos da pie a que hablemos de la energía solar en nuestro país y de la generación fotovoltaica.
La energía solar en España y la reforma del mercado
La generación de electricidad renovable, y en especial la generada con tecnología fotovoltaica, fue muy denostada debido al coste que generaban para los consumidores hasta la reforma del sector en el año 2013. Es cierto que el desarrollo tecnológico no era el adecuado para la instalación de tanta potencia, más de 4.000 MW, pero, en mi opinión, el factor que encareció más la generación renovable fue la instauración de un sistema de precio fijo de venta de la energía generada por las instalaciones renovables (lo que en el sector se denomina feed-in tariff). El precio de venta regulado lo establecía el ministerio responsable mediante reales decretos, consultando a las partes afectadas. El resultado, en el caso de las instalaciones fotovoltaicas, fue que los precios se inflaron muy por encima de su coste real, permitiendo incluso la creación por las entidades financieras de productos de inversión para clientes finales de muy buena rentabilidad, una vez descontados los márgenes de los fabricantes, promotores, ingenierías, constructores, financiadores y comercializadores de los productos de inversión.
El desarrollo tecnológico, que ha permitido dividir casi por 10 los costes de puesta en marcha de instalaciones fotovoltaicas, y los tipos de interés, históricamente bajos, que abaratan la financiación de las inversiones, hacen que la tecnología fotovoltaica sea la de mayor crecimiento previsto hasta el año 2030. La tecnología y la radiación solar anual media en nuestro país auguran más de 2.000 horas de funcionamiento equivalente anual para las instalaciones. Este desarrollo no solo se refleja en el borrador del nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, sino que es algo que se puede contrastar hoy en día en los miles de megavatios de conexión solicitados y reservados en Red Eléctrica y en los cientos de empresas que trabajan en la promoción de proyectos, muchas de ellas con cientos de megavatios en construcción cada una ya en 2020.
A las grandes instalaciones de generación fotovoltaica habrá que sumar la potencia instalada de autoconsumo, que está ya inmersa en un desarrollo imparable, tanto de instalaciones en consumidores industriales y de servicios como en consumidores residenciales.
¿Hasta cuándo durará este impulso de nueva generación fotovoltaica?
Todos sabemos que la generación renovable vende a precios bajos en el mercado de electricidad, la mayor parte a precio cero. Cuanto mayor sea la generación renovable, menor será el precio de la electricidad en el mercado mayorista. Con esta premisa, solo se instalará la potencia fotovoltaica que mantenga el precio de la electricidad en los niveles que hagan rentables las inversiones. Es decir, que si los promotores de un proyecto estiman que no serán capaces de obtener rentabilidad con el ingreso de la venta de la energía, bien mediante un PPA o vendiendo la energía en el mercado diario, porque el precio será demasiado bajo debido a la gran generación renovable, el proyecto no se construirá.
Objetivos de instalación de potencia de generación eléctrica del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima
Pero aquí entra la política de fomento de las renovables y de reducción de gases de efecto invernadero. Una vez que el mercado no sea capaz de asegurar la rentabilidad de los proyectos, el Estado garantizará éstos mediante subastas. El anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética prevé la celebración de subastas para adjudicar hasta 3.000 MW anuales de potencia renovable, con un esquema de precio fijo por la venta de la energía. Esta política es solo justificable si, como he dicho antes, el precio de venta esperado de la energía de los proyectos no pudiera rentabilizar las inversiones. Por ahora, los proyectos en desarrollo prevén obtener rentabilidad del mercado por lo que cualquier subasta para tecnologías de generación maduras sería una distorsión en la formación libre del precio de mercado, en mi opinión.
