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Presentación del mercado eléctrico II

Hoy vamos a ir un poco al grano ya, desarrollando las funciones principales de los dos Operadores que gestionan el mercado de eléctrico: el Operador de Mercado (actualmente OMIE) y del Sistema (REE), y los procesos que gestionan, haciendo un paralelismo con una lonja de pescados y los participantes en sus subastas (salvando las distancias, claro).

Las comercializadoras somos los mayoristas que asistimos a la subasta para distribuirlo a nivel minorista a nuestros clientes, al estilo del distribuidor mayorista y minorista que acude a la lonja. A diferencia del consumidor final de pescado, que acude con frecuencia diaria o semanal a comprar a su distribuidor minorista, la comercializadora de electricidad realiza esta labor por el consumidor de electricidad diariamente, mediante un contrato normalmente anual en el que le garantiza un precio por el pescado de todo el año futuro, según el precio que va resultando en las subastas u otros formatos más avanzados. La comercializadora usa los medios “logísticos” de transporte y distribución de REE y distribuidoras: las líneas eléctricas.

A diferencia de los productos subastados en una lonja, que son perecederos y tienen un periodo de consumo determinado desde que se entrega en la lonja hasta que debe ser desechado por no poder ser consumido, la electricidad adquirida debe ser consumida durante la hora para que la que se contrata. Ni antes, ni después.

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Por lo tanto, en el caso de la electricidad, compramos un producto en el mercado mayorista a consumir durante una hora determinada (o incluso, en el futuro, en un cuarto de hora determinado, como se propone a nivel europeo y ya ocurre en otros países). En la electricidad, el bien subastado es el mismo, electricidad, pero entregada en una hora u otra, subastándose veinticuatro periodos de entrega de electricidad para cada día (uno por cada hora del día).

La subasta principal (mercado diario) se realiza el día anterior al de consumo. Esta subasta se realiza de manera conjunta con el resto de mercados integrados a nivel europeo dentro del proyecto PCR. Si bien el precio resultante no es el mismo siempre en la misma hora en todos los países, el proyecto pretende maximizar el bienestar (welfare) de generadores y consumidores de todos los mercados integrados. Esto no quiere decir que el precio vaya a ser más bajo o más alto, sino el más equilibrado para consumidores y generadores que participan dentro de este mercado. Esta subasta no tiene mas que limitaciones técnicas básicas a las ofertas y los resultados, lo cual no quiere decir que el resultado de ella sea factible el día siguiente.

El sistema eléctrico está interconectado a nivel español, ibérico y, en menor medida, europeo: un problema en una zona de la red (Madrid, por ejemplo) puede arrastrar a que haya un corte de suministro (apagón) en toda o parte de la red eléctrica española. O, como pasó hace unos años, en 2006, afectar la red europea en mayor o menor medida. Esto se debe a que un parámetro básico, la frecuencia de la red, es la misma prácticamente en cualquier punto cuando está interconectada, y debe alrededor del valor establecido (50 herzios). Si se aleja sensiblemente, puede arrastrar a la red completa a un colapso.

Las previsiones que utilizamos las comercializadoras para adquirir el consumo de los clientes que suministramos, aunque muy cercanas a la realidad, no son perfectas, como se puede ver en el gráfico en tiempo real de demanda del Operador del Sistema. De ahí surgen los diferentes mercados intradiarios y servicios de ajuste del sistema, para corregir los descuadres y eliminar las incertidumbres de las compras y ventas realizadas un día para el suministro del día siguiente. En estos procesos también se ajustan las desviaciones de previsión de generación de las instalaciones de generación que han vendido previamente en la subasta diaria.

Por un lado, el Operador del Mercado, tras la subasta diaria, realiza pequeñas subastas adicionales, los mercados intradiarios, que de manera similar al mercado diario, compramos y vendemos comercializadoras y generadores para ajustar lo que hemos comprado y vendido a las últimas previsiones. Estos mercados ya recogen ciertas limitaciones técnicas que el operador del sistema ha detectado para evitar que haya problemas de suministro (por ejemplo, que no paren determinadas centrales de generación). Próximamente, a inicios de 2018, se espera además poner en marcha el Proyecto XBID, que integra los mercados intradiarios europeos (hasta ahora España sólo estaba integrada con Portugal) y además aproximará la negociación

Por el otro, el Operador del Sistema, tras las subasta del mercado diario, comienza a revisar y gestionar desde el Centro de Control Eléctrico y de Renovables  las posibles modificaciones necesarias en la programación resultante de los mercados de los comercializadores y generadores para que no ocurran los temidos apagones, poco probables por otra parte por el nivel de seguridad que se ha alcanzado en los últimos años (sobrecapacidad, redes muy malladas, incluso excesivamente que han llevado a otros problemas y sobrecostes por su poco uso, información en tiempo real más completa y sistemas mucho más avanzados y rápidos, experiencia…). Para ellos utiliza los servicios de ajuste y complementarios del sistema que describiremos en otras entradas (Restricciones Técnicas, Reserva de Potencia, Banda Secundaria, Gestión de desvíos y Regulación Terciaria, Control de tensiones, la regulación primaria…).

A diferencia de los mercados gestionados por OMIE, la mayor parte de estos servicios del Operador del Sistema REE se guían por Procedimientos de Operación, que procuran, en primer lugar, solucionar técnicamente los problemas del mercado, y en un segundo lugar, con la solución más económica. “Repescando” el paralelismo con la subasta y distribución de pescado, Red Eléctrica se asegura de que no sobre o falte suministro de electricidad (pescado y marisco), si bien es cierto que en este caso que su precio sea más caro no es lo importante, lo cual sí es que llegue al consumidor en perfecto estado (en la hora correcta).

En la distribución de productos del mar el consumidor sí es algo sensible al precio (aunque en fechas navideñas o fiestas no lo parezca), a diferencia de en la electricidad, donde el consumidor no es casi sensible al precio y no reduce su consumo en periodos de precio más elevados, excepto grandes industrias. Sin embargo, desde la Unión Europea se está intentando poner solución para habilitar e incentivar a los consumidores puedan gestionar su consumo, ayudando al sistema en periodos de escasez o exceso, consiguiendo reducir su coste de suministro, mediante más tecnología que lo faciliten y normas que lo permitan.

Continuaremos más adelante comentando estos mercados y procesos con más detalle para acercarlos a todos los que estamos interesados en el mundo de la energía y la electricidad.

¡Hasta la próxima!

Autor

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SANTIAGO BLANCO

Director en AEQ y Wind to Market

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