La potencia facturada es un término con el que todos, tanto en hogares como en empresas, nos enfrentamos al recibir nuestras facturas de luz. Sin embargo, su significado y su impacto no siempre son claros. Por ello, en este artículo de AEQ Energía te contamos qué es la potencia facturada, en qué se diferencia de otros conceptos relacionados como la potencia consumida y contratada, cómo se calcula y, lo más importante, cómo ajustarla para optimizar nuestro consumo y reducir gastos innecesarios. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la potencia facturada?
La potencia facturada es el valor de potencia eléctrica que se utiliza como referencia para calcular el coste fijo en la factura de la luz. Así, este término refleja la cantidad de potencia máxima que has consumido durante un periodo de facturación.
En pocas palabras, la potencia facturada es lo que pagamos por la disponibilidad de esa cantidad de electricidad en cualquier momento, aunque no la consumamos. Además, si necesitamos más energía de la que tenemos contratada, puede producirse una sobrecarga, lo que podría llevar a un corte temporal del suministro o a penalizaciones.
Potencia facturada, consumida y contratada
Es común confundir la potencia facturada con otros conceptos relacionados con el consumo de electricidad, como la potencia consumida o la potencia contratada:
- Potencia contratada: es la cantidad de potencia que hemos acordado con la compañía eléctrica que estará disponible para nuestra instalación. Esto significa que podemos conectar tantos aparatos eléctricos como queramos, siempre que la suma de su consumo no supere este límite. Por ejemplo, en comunidades de propietarios la potencia contratada no suele ser muy alta, ya que no se usan muchos equipos al mismo tiempo.
- Potencia consumida: se refiere a la cantidad real de electricidad que estamos utilizando en un momento dado. Puede variar constantemente en función del número de aparatos conectados y de su consumo energético. La potencia consumida es variable y se mide en tiempo real.
- Potencia facturada: es el concepto de facturación que resulta de comparar la potencia consumida con la contratada y otros factores, como posibles penalizaciones por exceder el límite contratado. Esta cantidad puede ser igual o superior a la potencia contratada si se han registrado picos de consumo que superan lo acordado.
¿Cómo se calcula la potencia facturada?
El cálculo de la potencia facturada se basa en los siguientes factores:
- Potencia contratada: la compañía eléctrica cobra una cantidad fija por cada kW contratado, que suele reflejarse en la parte fija de la factura de luz. En España, por ejemplo, la tarifa de acceso, conocida como el término de potencia, se calcula multiplicando los kW contratados por el precio del kW al mes.
- Excesos de potencia: si en algún momento se consume más potencia de la que se tiene contratada, se puede aplicar un sobrecargo o penalización. Este exceso se mide mediante el contador inteligente, que registra la máxima potencia demandada en cada periodo de facturación.
- Franja horaria y tarifas: en algunos casos, el precio de la potencia facturada puede variar según la hora del día. Así, el precio de la potencia puede ser distinto en las horas valle, llanas o punta.
En esencia, la potencia facturada es el resultado de la potencia contratada más posibles sobrecostos por excesos de demanda, algo que pymes y autónomos deben tener en cuenta para reducir al máximo sus gastos.
¿Cómo se puede ajustar la potencia facturada?
Ajustar la potencia facturada puede ser una manera efectiva de ahorrar en la factura eléctrica. Estos son los pasos que debes seguir:
- Analizar el consumo eléctrico: utiliza las facturas y los informes del contador inteligente para saber cuánta potencia consumes realmente en los diferentes periodos del día. Si ves que nunca alcanzas la potencia contratada, es posible que puedas reducirla sin problemas.
- Revisar los equipos: en las grandes empresas puede venir muy bien realizar un inventario de los equipos que se utilizan habitualmente y su consumo. Con esta información, puedes saber cuántos aparatos puedes conectar simultáneamente sin superar el límite de potencia contratada. También puede ser útil agrupar el uso de los equipos en momentos del día con menor demanda energética.
- Reducir la potencia contratada: si detectas que tu consumo es siempre inferior a la potencia contratada, puedes solicitar a tu compañía eléctrica una reducción de la misma. Este proceso puede tener un pequeño coste inicial, pero a la larga supondrá un ahorro en la parte fija de la factura.
- Aumentar la potencia contratada en caso de picos frecuentes: por el contrario, si detectas que hay picos de consumo que superan la potencia contratada y te generan sobrecostes, podrías considerar aumentar la potencia contratada. Esto evitaría las penalizaciones por excesos, aunque incrementarías el coste fijo de tu factura.
- Monitorización continua: la clave para ajustar la potencia facturada es monitorizar de forma constante el consumo. Los contadores inteligentes te permiten acceder a estos datos en tiempo real, lo que te ayudará a identificar patrones de consumo y posibles ajustes.
En definitiva, ajustar la potencia facturada es una decisión estratégica que puede ayudarte a reducir tu factura de la luz y optimizar el uso de la energía en tu empresa o comunidad de propietarios. Ante cualquier consulta, recuerda que en AEQ Energía estamos a tu disposición.