Propuesta del Gobierno de España para el mercado eléctrico europeo

La Administración pública española considera que la reforma del mercado eléctrico europeo debe buscar el ahorro de energía y reducir el enorme gasto que supone para la ciudadanía. De igual manera, quiere ahondar en el proceso de descarbonización y en la reforma energética de España. Al mismo tiempo, desea contribuir a un reparto más equilibrado de los costes entre quienes producen y quienes consumen.

Así, la idea del Gobierno es desarrollar los mercados a plazo y los servicios de capacidad y flexibilidad. Otro factor clave es la adaptación del sistema a las características concretas de cada región o país. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), esto solucionará, entre otros, los siguientes aspectos:

• El peso escaso de los mercados a plazo.
• Los altos precios, en los que no impacta el bajo coste de las renovables.
• Los grandes beneficios de las tecnologías no contestables, como la hidroeléctrica o la nuclear.

Asimismo, según el MITECO, la estabilidad que falta en el actual sistema se conseguirá en el futuro con un mercado a largo plazo. Para ello, plantea recurrir a subastas para establecer contratos por diferencias con los generadores de renovable. De este modo, cobrarán una cantidad fija mientras dure la instalación y se producirá una bajada que beneficiará a los consumidores.

Por otro lado, se regulará para los contratos por diferencias con las tecnologías no contestables. Esto supondrá un alivio para los bolsillos de los ciudadanos y, a la vez, reducirá los beneficios extraordinarios de aquellas. Sumado a lo anterior, se facilitará y agilizará la implementación de mercados de capacidad a fin de retribuir a las instalaciones de generación y almacenamiento.

La postura de la UE

La Comisión Europea plantea también sus soluciones, basadas en los mismos objetivos que en el caso español. Es decir, pretende aminorar los vaivenes y forzar la bajada de la presión en las economías domésticas de la ciudadanía.

Igualmente, trabaja para dar mayor visibilidad y seguridad a los consumidores y generadores. De hecho, quiere que se beneficien más del descenso que suponen las renovables. Y, en este sentido, pretende impulsar la transición energética, lo que incluye potenciar las energías

limpias y reducir la dependencia del gas.

Su estrategia para conseguirlo es mantener un sistema marginalista en el mercado diario. Así, la tecnología más cara es la que establece las cantidades que pagan las otras fórmulas de generación. Por otro lado, quiere incentivar los mercados a plazo. Esto se logra mediante contratos por diferencias bilaterales (CfDs), por ejemplo, o por medio de power purchase agreement, a saber, acuerdos de compraventa privados.

En lo referente a los contratos por diferencias bilaterales, se acuerdan los pagos a largo plazo. De tal forma, se imprime estabilidad y se garantizan ingresos a los productores. En el caso de que los valores no superen el fijado, la Administración pública abona la diferencia, y viceversa. Es decir, si estos son mayores, la productora paga ese dinero al Estado, lo que contribuye a una bajada de la factura para los ciudadanos.

En cuanto a los PPA, se fijan los valores económicos de suministro a largo plazo entre industrias y energéticas. Para disminuir los riesgos, la Comisión propone crear garantías estatales. Además, hay una serie de planes para potenciar las renovables que ya ha lanzado Bruselas en el mercado eléctrico. Entre ellos está el Pacto Verde Europeo y el Plan REPowerEU.

La IA ChatGPT da su visión

Cada propuesta anterior tiene sus particularidades. No obstante, el ChatGPT de Inteligencia Artificial tiene, asimismo, su propia visión. No es realmente una propuesta, pero sí son una serie de líneas de acción por las que debería llevarse esa reforma. Estas son las principales:

• Fomento de la flexibilidad: Para dar respuesta a los cambios en la oferta y la demanda.
• Impulso a las energías limpias: Como la solar o la eólica. En este sentido, el mercado tiene que hacer posible una contribución creciente de estas fuentes al mix energético, que repercuta en los presupuestos domésticos de la ciudadanía.
• Ecosistema de libre competencia: La propuesta del ChatGPT defiende un escenario donde los generadores convencionales y los renovables tengan las mismas oportunidades. Aun así, se han de tener en cuenta aspectos como el impacto ambiental, los costes o el rendimiento.
• Aceleramiento de la transformación mediante la innovación: Se debe incentivar la innovación para que los cambios se produzcan más rápido. De esta manera, tanto la tecnología como los sistemas utilizados ayudarán a que se reduzcan los costes y se estabilice el mercado.
• Garantizar fiabilidad y estabilidad: Para ello hay que prever sistemas de reserva, de gestión de los excedentes, congestión y estabilidad de la red, etc.

Transición energética y cambio de modelo

Hay propuestas para todos los gustos, de las más teóricas e idealistas hasta las que defienden un mayor intervencionismo y control. Lo que está claro es que se trata de una época de transición y en un momento de gran volatilidad de los mercados energéticos.

El precio de la electricidad se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos desde hace algunos años. Esto se ha acrecentado por la inseguridad de las tensiones con Rusia y el suministro del gas, que afecta, sobre todo, a países del centro y norte de Europa.

En consecuencia, desde el centro político que es Bruselas se están dando pasos de calado hacia una mejora del mercado eléctrico. De este modo, quiere aportar seguridad, estabilidad y unos menores esfuerzos económicos para todos los participantes en el proceso. Si quieres más información, consulta con nosotros.