Una de las claves para gestionar correctamente los costes energéticos de una empresa es la optimización de la potencia contratada. La potencia de la luz es un valor que determina la cantidad de electricidad que una instalación puede consumir de forma simultánea, pero muchas empresas no son conscientes de la posibilidad de cambiar la potencia de la luz para ahorrar en la factura energética. Por ello, en este artículo de AEQ Energía te contamos cuándo y por qué ajustar este parámetro en tu empresa.
¿Cuándo es el mejor momento para cambiar la potencia de la luz?
Para empezar, es importante que tengas claro cuándo es el mejor momento para cambiar la potencia de la luz en tu empresa. Este momento variará fundamentalmente en función del comportamiento y las necesidades energéticas de la empresa.
Por ejemplo, si notas que la factura eléctrica es más alta de lo que debería, puede ser un buen momento para revisar la potencia contratada, ya que, si no estás utilizando toda la potencia contratada, podrías estar pagando más de lo necesario.
Un momento muy habitual en el que se puede cambiar la potencia es cuando la empresa pasa por un proceso de revisión de costes o cuando se actualizan las instalaciones eléctricas. Otra situación bastante habitual es cuando se renueva la maquinaria o se amplía la actividad. Por último, podrías estar contratando más potencia de la que necesitas si has sufrido una reducción en el volumen de actividad o en el número de empleados.
¿Por qué cambiar la potencia de la luz?
Ahora bien, seguro que te interesa saber cuáles son los motivos por los que deberías considerar ajustar la potencia contratada. A continuación, te damos cuatro razones de peso para cambiar la potencia de luz en tu empresa.
Optimizar el gasto en la factura eléctrica
El motivo más evidente para cambiar la potencia contratada es reducir la factura de electricidad. Muchas grandes empresas contratan más potencia de la que realmente necesitan, lo que se traduce en un coste fijo extra que podría evitarse. ¿Y por qué sucede esto? Porque la potencia contratada se paga como una tarifa fija, por lo que si tienes más potencia de la que realmente usas, estarás pagando por algo que no necesitas.
Ajustarse a las tarifas más competitivas
En España, los precios de la electricidad pueden variar dependiendo de la potencia contratada y del tipo de tarifa eléctrica que se tenga. Algunas tarifas son más económicas con una potencia contratada más baja, mientras que otras son más baratas si tu empresa necesita más potencia en momentos específicos del día. Por ejemplo, en AEQ Energía puedes estudiar el Producto Fijo Trimestral, que te ofrece un precio fijo durante tres meses, o el Producto Indexado, con el que pagarás el precio real de la energía en el mercado.
Adaptarse a las nuevas necesidades del negocio
Algunos cambios en el negocio pueden modificar el patrón de consumo energético, como la expansión, la renovación de equipos o la implementación de nuevas tecnologías. Por ejemplo, en el caso de que una empresa adquiera equipos más eficientes o haya optimizado procesos, es posible que su consumo disminuya, lo que hace que su potencia contratada sea innecesariamente alta. En cambio, si una empresa está ampliando la actividad y, por ende, su consumo de electricidad está aumentando, debe cambiar su potencia para que esté alineada con el nuevo consumo y garantizar el funcionamiento adecuado de sus equipos.
Evitar los cortes de luz y sobrecargas
En el caso de que tu empresa supere la potencia contratada, se producen cortes de luz o saltos de los fusibles. Esto significa que la actividad de tu negocio queda interrumpida y te genera pérdidas de tiempo y dinero. Por tanto, si tu empresa tiene un consumo que habitualmente se acerca o supera ese límite, es recomendable que te plantees cambiar la potencia. Además, aumentar la potencia contratada te ayudará a evitar las sobrecargas y los daños que pueden causar los picos de electricidad, protegiendo tanto a los equipos como a las instalaciones.
En resumen, cambiar la potencia de la luz en tu empresa no solo tiene que ver con el ahorro en la factura energética, sino que también es una medida estratégica para optimizar el consumo y adaptarse a las nuevas necesidades de tu negocio. En el caso de que necesites asesoramiento, en AEQ Energía estaremos encantados de ayudarte en este proceso de optimización del consumo.
