La energía reactiva afecta negativamente a los negocios, pero las baterías de condensadores son la solución más inteligente para acabar con su demanda.
En el mundo empresarial, abordar aspectos como la eficiencia energética y la sostenibilidad se está volviendo cada vez más crucial, por lo que las empresas deben buscar soluciones innovadoras para reducir costes al mismo tiempo que contribuyen con el medio ambiente. En este contexto, el uso de energía reactiva se convierte en un problema, y las baterías de condensadores pueden ser una herramienta fundamental para acabar con él. Pero, ¿qué son exactamente y cómo pueden ser usadas en el sector empresarial? ¡Vamos a verlo!
La energía reactiva, un enemigo en la factura eléctrica:
La energía reactiva, medida en kVArh, es una forma de electricidad que no se convierte en trabajo o calor, generando de esta forma efectos negativos en la infraestructura eléctrica y, en consecuencia, en la economía de las empresas. El impacto de este tipo de energía, que se asocia con productos que precisan de una bobina para su funcionamiento, es muy remarcado en la factura de la luz, y muchos negocios no saben qué hacer para paliarlo.
Entre los impactos negativos de este tipo de energía, se incluyen:
- Disminución de la vida útil de los equipos que la utilizan.
- Costes por penalización en la factura. Esto se debe a que las distribuidoras se ven obligadas a realizar una inversión en sus equipos de generación para transportar la energía reactiva.
- Pérdida de potencia en la instalación eléctrica, que no funciona a máximo rendimiento.
- Caídas de tensión habituales.
- Sobrecargas en las líneas transformadoras, derivadas de las variaciones en la intensidad eléctrica.
¿Qué es una batería de condensadores y cómo ayuda en este contexto?
Las baterías de condensadores son dispositivos diseñados para reducir el 100% de la demanda de energía reactiva. Con su instalación, la penalización por energía reactiva desaparece en cualquier negocio. Esto se traduce directamente en ahorros significativos en las facturas eléctricas, que dejan de contener estos costes adicionales que produce, entre otras cosas, el transporte de este tipo de energía. Además, estas baterías estabilizan y mejoran la calidad del suministro eléctrico, optimizando el rendimiento de la instalación eléctrica.
Los economizadores de energía, por otra parte, funcionan como una herramienta de control del consumo de la empresa. Esto lo hacen mediante sistemas de administración, detección y compensación, que optimizan la energía en el suministro eléctrico según las condiciones particulares de cada caso y periodo.
Beneficios clave de las baterías de condensadores:
- Eliminación de costes por energía reactiva: las empresas pueden olvidarse de las penalizaciones asociadas con la energía reactiva gracias a las baterías de condensadores, liberando además recursos financieros que pueden ir destinados a otros fines.
- Estabilización del suministro eléctrico: las baterías de condensadores contribuyen a una mayor estabilidad en la instalación eléctrica, reduciendo de esta forma caídas de tensión y evitando sobrecargas en transformadores.
- Optimización de instalaciones eléctricas: las baterías de condensadores mejoran el dimensionamiento, la capacidad y el rendimiento de la instalación eléctrica, asegurando así un uso eficiente y de calidad de la energía.
- Sostenibilidad: la eficiencia energética que se logra en las empresas que usan este tipo de servicios, se traduce siempre en una reducción de su impacto en el medioambiente.
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