Contratar la potencia eléctrica adecuada es un aspecto crucial para cualquier negocio, ya que impacta directamente en los costes operativos y la eficiencia del suministro energético. Si la potencia es inferior a la requerida, podrías sufrir interrupciones en el servicio eléctrico, mientras que, si contratas más de la necesaria, terminarás pagando por un exceso que no estás utilizando.
Además, algunas compañías eléctricas aplican recargos cuando se supera la potencia contratada en ciertos períodos. Por ello, en este artículo de AEQ Energía te explicamos cómo calcular la potencia que mejor se ajusta a las necesidades de tu empresa. ¡Sigue leyendo!
Esta es la potencia que necesitas según el tipo de empresa
Antes de hablar de cómo calcular la potencia a contratar, es importante conocer la potencia necesaria según el tamaño de tu empresa. Cada empresa tiene un consumo energético distinto dependiendo de su actividad, la maquinaria que utiliza y la cantidad de equipos que funcionan de manera simultánea. Por eso, es fundamental tener en cuenta las características particulares de tu negocio.
Pequeñas empresas (comercios, oficinas, locales de servicios)
El rango de potencia recomendada para las pequeñas empresas es de entre 5 y 15 kW. Este tipo de negocios suele tener un consumo relativamente bajo, ya que usan principalmente iluminación, equipos informáticos, aire acondicionado y electrodomésticos pequeños.
Ejemplos de estos negocios son tiendas de ropa, cafeterías o despachos de abogados. La potencia contratada en este caso debe cubrir el funcionamiento simultáneo de ordenadores, impresoras y sistemas de climatización, especialmente en momentos de máxima demanda. En este tipo de casos, el producto fijo trimestral puede ser recomendable.
Empresas medianas (talleres, restaurantes, clínicas)
Para empresas medianas, el rango de potencia recomendada es de entre 15 y 30 kW. Estos negocios utilizan maquinaria más demandante, como cocinas industriales, equipos médicos o compresores.
Además, la simultaneidad en el uso de varios equipos es mayor. Por ejemplo, en un restaurante, la cocina, los frigoríficos y el aire acondicionado suelen funcionar al mismo tiempo, lo que requiere una potencia superior. Las clínicas también necesitan asegurar el suministro para equipos médicos esenciales. En estos casos, puede ser recomendable contratar un producto indexado.
Grandes empresas (fábricas, hoteles, grandes superficies)
Para terminar, las grandes empresas necesitan una potencia de más de 30 kW. En este caso, la potencia contratada debe ser elevada para alimentar maquinaria pesada, equipos de climatización de gran tamaño y sistemas que operan las 24 horas del día.
Los hoteles, por ejemplo, necesitan electricidad constante para atender la demanda simultánea de habitaciones, cocinas y áreas comunes. En las fábricas, la maquinaria industrial y los sistemas de automatización suponen un consumo muy elevado.
Pasos para calcular la potencia a contratar para tu empresa
Calcular la potencia a contratar no es tan complicado si sigues un proceso metódico. A continuación, te explicamos los cuatro pasos fundamentales para determinar cuánta potencia necesita tu negocio:
Haz un inventario de los equipos eléctricos
El primer paso es identificar todos los dispositivos eléctricos que utiliza tu empresa:
- Equipos electrónicos como ordenadores, impresoras, servidores o monitores.
- Aparatos de climatización, como aires acondicionados, calefactores y ventiladores.
- Electrodomésticos industriales o de uso comercial, como hornos, frigoríficos o microondas.
- Sistemas de iluminación, especialmente si utilizas bombillas halógenas o fluorescentes, que consumen más que las LED.
Consulta la potencia de cada equipo
Una vez que tengas el inventario, para calcular la potencia a contratar para tu empresa, debes revisar la etiqueta o el manual de cada dispositivo para saber cuánta energía consume. Normalmente, el consumo se expresa en vatios (W) o kilovatios (kW). Si la información aparece en vatios, recuerda dividir entre 1.000 para convertir a kW. Por ejemplo, si un aparato tiene un consumo de 2 000 W, equivale a 2 kW.
Además, es importante tener en cuenta que algunos equipos tienen picos de consumo cuando se encienden, como los aires acondicionados o los motores eléctricos. Estos picos deben ser considerados en tu cálculo para evitar cortes por falta de potencia en los momentos de máxima demanda.
Calcula la demanda máxima simultánea
Este es un paso clave, ya que, aunque tengas muchos equipos, no todos estarán encendidos al mismo tiempo. Por eso, necesitas identificar cuáles funcionan simultáneamente en los momentos de mayor actividad.
Para calcular la potencia a contratar de forma más precisa, se utiliza el factor de simultaneidad, que ajusta el consumo teórico a la realidad. Este factor varía según el tipo de negocio, pero un valor habitual es del 70 %. Por ejemplo, si la suma total del consumo de tus equipos es 50 kW, al aplicar un factor de simultaneidad del 70 %, la demanda real sería 35 kW (50 × 0,7).
Añade un margen de seguridad y revisa las penalizaciones
Por último, es recomendable contratar un poco más de la potencia calculada para evitar penalizaciones. Las compañías eléctricas suelen aplicar recargos si se supera la potencia contratada durante varios periodos de facturación. Un margen adicional de entre un 5 % y un 10 % puede ser suficiente para garantizar que no tengas problemas por sobrecargas.
En definitiva, calcular la potencia a contratar adecuadamente es fundamental para el buen funcionamiento de tu empresa con el fin de optimizar los costes energéticos y evitar problemas operativos. Siguiendo estos pasos, seguro que tomas una decisión acertada para tu negocio.