Te ayudamos a comprender cómo la factura de la luz es esencial para optimizar el consumo energético de tu negocio.
La factura de la luz es un recibo muy temido que no muchos saben comprender. En el mundo empresarial, según los datos de OCU, solo el 11% de los consumidores comprende por completo su factura de la luz. Así, casi el 90% de los consumidores tiene un gran desconocimiento sobre el tema, lo cual se ha perpetuado en gran parte por la falta de claridad promovida por las propias compañías eléctricas a lo largo de los años.
De esta forma, la confusión en los empresarios se extiende desde la diferenciación entre el mercado libre (en el que cada empresa elige su tarifa) y el regulado (el del PVPC) hasta la interpretación de los propios conceptos que componen el recibo de la luz. Tampoco todos saben que la factura paga tanto los servicios de las comercializadoras como los de las distribuidoras. En el caso de las primeras, se paga el propio coste de la energía. En las segundas, se cobra por los gastos de peaje, distribución de la energía y cargos que se aplican.
En este contexto, desde AEQ queremos guiar a las empresas a través del panorama energético, facilitando la tarea de optimizar sus gastos y promover un consumo eficiente, todo ello desde el conocimiento de elementos clave, como lo es la factura de la luz.
Conceptos básicos de la factura eléctrica
En cada factura eléctrica, independientemente de la comercializadora, se encuentran datos esenciales. Desde el nombre del titular hasta el periodo de consumo, estos elementos son indispensables para entender y gestionar de manera efectiva el consumo energético de tu negocio. En este apartado se puede comprobar si la empresa pertenece al mercado libre o al regulado.
¿Qué es el CUPS?
Dentro de los elementos clave de la factura de la luz, el Código Universal de Punto de Suministro (CUPS) identifica tu punto de suministro de energía. Comprender este código y distinguir entre el mercado libre y regulado ya es un primer paso para una gestión energética eficiente e informada. En AEQ, te guíamos a través de estos conceptos, proporcionando una base sólida para interpretar tu posición en el panorama energético.
Desglose de la factura de la luz
Una vez conocidos los elementos esenciales de la factura de la luz, vamos a lo importante: los costes. La factura de la luz se compone de diversos elementos, desde la facturación por potencia contratada hasta el coste real por la energía consumida. AEQ desentraña cada uno de estos, brindando claridad sobre lo que pagas y por qué lo pagas. Entender estos detalles es esencial para tomar decisiones informadas sobre cómo gestionar y reducir tus coses energéticos, así que vamos a ver estos aspectos un poco más en profundidad:
- Tarifa de acceso o peaje: esta es la parte de la factura en la que pagamos por el transporte y la distribución de la energía, además de otros cargos. Su coste lo establece el Gobierno, y afecta tanto a la potencia contratada como a la propia energía.
- Facturación por potencia contratada: este es el coste fijo que permite disponer de suministro eléctrico a tu negocio. Se debe pagar aunque el consumo sea bajo o inexistente, y se indica según los kilovatios consumidos por día, mes o año, dependiendo del contrato.
- Facturación por energía consumida: esta parte de la factura indica el coste real que se paga por el consumo eléctrico que tu negocio ha realizado durante el período de facturación, y en contraposición con la facturación por potencia contratada, se mide en kilovatios por hora. El precio, en las tarifas con PVPC, lo determina el Gobierno, mientras que en el resto lo determinan las compañías eléctricas. El consumo eléctrico es un dato crucial al que debes prestar especial atención si quieres comprender la factura de la luz y tomar decisiones acertadas de cara al futuro.
- Impuesto eléctrico: el Gobierno fija este impuesto sobre la electricidad, cuyo valor original es del 5,11%. Este cargo se añade a la suma de los costes de potencia y consumo, independientemente de la compañía suministradora de energía o del tipo de contrato existente.
- IVA: el impuesto sobre el valor añadido aplica un 21% adicional sobre el total de la factura.
- Alquiler del contador: normalmente, este dato a pagar por las empresas le pertenece a la empresa distribuidora, aunque su importe es fijado por el Gobierno.
- Otros conceptos: además de todo lo anterior, las compañías pueden ofrecer servicios adicionales como por ejemplo el seguro de mantenimiento. La revisión de este apartado es fundamental, ya que las empresas no están obligadas a contratar este tipo de servicios, y muchas veces están contando con un gasto que realmente no necesitan.
En AEQ, sabemos que leer y comprender la factura de la luz no es una tarea sencilla, por lo que queremos ayudar a cada negocio a entender los elementos que la componen, dando la posibilidad de explorar soluciones energéticas inteligentes para optimizar los gastos habituales de la misma.
Así, podemos afirmar que la comprensión profunda de tu factura de la luz se convierte en el camino hacia un consumo energético responsable y eficiente. Con tecnología, transparencia y un compromiso firme, AEQ no sólo aclara los elementos de la factura de la luz de tu negocio, sino que también te ayuda a interpretarlos para conducir a tu empresa hacia un consumo energético más eficaz.