Big Data, Blockchain, Bitcoin, Ingeniería de datos, Business Intelligence… seguro que alguno de estos conceptos te suenan. Todas las empresas, sean del sector que sean, ya empiezan a familiarizarse con estos términos. Como se suele decir… «renovarse o morir»
Actualmente, existen dos tendencias principales en el mundo de la tecnología, de las cuales podría valerse el Mercado energético para mejorar sus resultados.
Con el bitcoin se inició una revolución que cambió la forma en la que actuamos y pensamos. El Blockchain ahora es un factor clave para nuevos desarrollos en algunas áreas empresariales como son el Departamento Comercial o el Departamento Financiero y Tecnológico. El Blockchain fue diseñado en su día con un único propósito, pero al igual que toda nueva tecnología, puede adaptarse para satisfacer necesidades en otros sectores. Uno de estos sectores es el sector energético al cual pertenece AEQ.
Pero el Blockchain no es la única tendencia tecnológica que el mercado energético puede y debe aprovechar. El Big Data es otro tema de interés popular entre diversas empresas del sector terciario. Finanzas, negocios, entretenimiento, deportes y, de nuevo energía, están usando Big Data para mejorar su desempeño y rentabilizar sus ingresos.
Pero primero, y antes de conocer de qué manera podemos aprovechar estas dos tendencias para nuestro propio interés, debemos asegurarnos de establecer qué son tanto Blockchain como Big Data.
Un rastro de dulces
Eso es exactamente lo que es el Blockchain, un gigantesco y masivo rastro de dulces que queda después de cada transacción.
Para simplificarlo, el Blockchain es una base de datos descentralizada en varios equipos informáticos, lo que significa que un equipo no tiene dominio sobre el resto. Cada equipo tiene varios bloques de información que pueden ser literalmente cualquier cosa, desde un libro hasta una transacción. Estas piezas de información que forman los bloques se llaman registros, por lo tanto, un bloque es un grupo de registros.
Ahora bien, cada bloque tiene su propio número de identificación, este número se llama hash. El mismo bloque tiene dos hashes, el suyo y el número de serie del bloque anterior a él. Esto forma una secuencia que no se puede interrumpir, un Blockchain: “cadena de bloques”. También es importante saber que los hashes se generan a través de complicados algoritmos matemáticos que leen toda la información dentro del bloque. De esta forma, si alguien va a cambiar algo dentro de un bloque, alteraría por completo el hash. Como el próximo bloque tiene el hash del bloque modificado, que acaba de cambiar, la cadena se interrumpirá.
Esta es la razón principal de la popularidad del Blockchain. Alterar la información dentro de un registro, incluso si solo es una coma, provocaría la necesidad de volver a calcular todo el bloque, así como el siguiente, y el siguiente…y así sucesivamente.
Viéndolo de esta manera, el Blockchain es un rastro de dulces repartidos alrededor de un patrón específico. Si decides saltar en mitad del camino y cambiar un caramelo, tendrás que reemplazar todos los dulces que se usaron después de eso para que coincidan con el que acabas de insertar.
Small Data es para personas, Big Data es para máquinas
Cuando apareció por primera vez el término Big Data, había una definición muy singular: «Small Data es para personas, Big Data es para ordenadores.» Es decir, las personas podrían analizar e interpretar los llamados “datos pequeños”, mientras que el Big data sería solo para equipos informáticos.
Pero, ¿qué es exactamente Big Data? Un ejemplo serían todos los datos recopilados por una compañía como Netflix. ¿Quiénes son sus clientes? ¿Cómo son? ¿Cuáles son sus hábitos? ¿Les gusta más el baloncesto o el fútbol? ¿Dónde viven? ¿Cuáles son sus programas favoritos? No solo los datos biométricos genéricos como nacionalidad, género, grupo étnico o religión, sino también sus hábitos personales y de compras. Básicamente, cualquier cosa que una compañía crea que puede ayudarlos a mejorar la definición del perfil de su público objetivo.
En una compañía como Netflix que tiene millones de usuarios diseminados por todo el mundo, esto significa terabytes de datos que deben analizarse una y otra vez para obtener distintos escenarios posibles. ¿La meta? Para Netflix, diseñar el mejor programa de televisión.
Esto no es completamente nuevo para ninguno de nosotros. Si pensamos en deportes, por ejemplo, ya en los años 50 los ojeadores de béisbol usaban bases de datos hechas a mano en las que se utilizaban estadísticas que ayudaban a tomar las decisiones referentes a fichajes. Pero siempre podemos encontrar algo de predicción en todo esto.
Pero ahora, estos equipos informáticos no solo excluyen el factor humano sino que también recopilan cantidad de datos y los analizan a un nivel completamente nuevo. Son más rápidos, pueden usar una base de datos tan grande como se desee y, además, pueden considerar muchos más factores. Los “datos grandes” son solo “datos pequeños”, pero a mayor escala y para ordenadores. Debemos pensar en ello como una línea de producción automatizada. Es más rápido, produce más cantidad y mayor volumen.
Los primeros pasos del mercado energético en el mundo de la tecnología
El análisis Big data es un método excelente para analizar datos y se puede utilizar en el mercado energético de la misma manera que se hace en el resto de mercados.
¿Qué está comprando la gente?, ¿Cuánto están dispuestos a gastar?, ¿Que necesitan?… Esto permite que las empresas puedan ajustar mejor los productos a sus consumidores. Además de detectar necesidades y satisfacerlas, por ejemplo, creando nuevos métodos de pago, orientando mejor a los clientes, sugiriendo algunos cambios en la forma de operar, etc.
Es decir, el Big Data es capaz de analizar cualquier necesidad que el consumidor pueda tener, por muy latente que se encuentre.
Si hablamos de AEQ, nosotros aplicamos nuestro propio Big Data. Analizamos, siguiendo nuestra Política de Privacidad, todo tipo de datos facilitados voluntariamente por nuestros clientes: consumos, facturas, impagos, reclamaciones, etc. Además, estos datos se cruzan con otros datos coyunturales para mejorar la factura eléctrica de nuestros clientes. Fruto de este interés por el análisis de datos, hemos lanzado hace poco un nuevo Servicio de Valor Añadido: AEQ Telemedida, que consiste en facilitar a nuestros clientes todos los datos procedentes de su contador para que pueda hacerse con el control total de su consumo.
Si AEQ utiliza Big Data teniendo todavía un número comedido (aunque no por ello menos importante) de clientes, las compañías más grandes del sector con un abanico más amplio de clientes y proveedores pueden y deben usar Big data. Es una forma de reemplazar la falta de proximidad y, de alguna manera, la posible pérdida de calidad en su servicio con el crecimiento del negocio inherente a cada gran compañía, ya sea de un sector u otro.
Sin embargo, esta no es la única utilidad del Big Data en lo que respecta al mercado de la energía. Representantes de mercado como nuestra propia empresa matriz, Wind to Market (W2M), administran plantas de energía. La mayor parte de su trabajo es acceder a la cantidad de energía que generan las plantas que representan antes de que comiencen a generar esa energía. Esto nos permite operar en el mercado de futuros y proporcionar a Red Eléctrica algunas estimaciones exactas del trabajo de nuestros clientes. Pero la mayor parte de esta tarea se basa en históricos. Nuestros analistas, expertos en el negocio, analizan las condiciones actuales y las predicciones para prever una cantidad de energía generada y, así, establecer un precio para ella. Este precio no siempre coincide con el precio real en el mercado en el tiempo estimado. A veces es cuestión de algunos céntimos, otras veces es una cantidad de un par de euros por megavatio (MWh).
El uso de Big Data por empresas como W2M, especialmente compañías más grandes con una cartera de clientes mayor, puede reducir la discrepancia entre sus predicciones y el resultado real. Esto conduce a mayores ganancias, así como a un precio de energía más justo para el consumidor en general.
Esto puede ir de la mano con la tecnología Blockchain que puede hacer más felices a nuestros clientes de muchas maneras. Su información estaría más segura con nosotros, haciendo que las facturas sean más privadas pero de fácil acceso a través de un ordenador. Los precios de la energía también bajarían, pero para eso sería necesario el uso genérico de Big Data en todas las compañías de representación de energía.