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El cliente eléctrico y el medio ambiente

Nos encontramos con un cliente eléctrico cada vez más preocupado por el medio ambiente, más concienciado con la reducción de gases perjudiciales para nuestro entorno y que dañan gravemente la sostenibilidad del planeta, como son los gases de efecto invernadero (GEI).

El cliente eléctrico cada vez más concienciado con el cambio climático

 

Parece que los mensajes que llevan años lanzando científicos especializados en este campo han calado en la sociedad, sobre todo, en los más jóvenes. Una encuesta realizada por la ONU a más de 1 millón de personas, la mayor encuesta realizada sobre el clima, revela que casi dos tercios de los encuestados muestran preocupación por el cambio climático y creen que es importante actuar cuanto antes para poner freno a los efectos provocados por este fenómeno.

En el caso de España, nuestro país se encuentra entre los 10 primeros países cuya población presenta mayor preocupación por el tema. Es una cuestión que todas las empresas y, sobre todo, los que nos dedicamos al sector eléctrico debemos tener en cuenta.

medio ambiente

Si nuestros clientes demandan mayor sensibilidad e implicación en la preservación del medio ambiente, las empresas estamos obligadas a brindarles la posibilidad de que consumiendo nuestros productos y/o servicios puedan aportar su granito de arena a la lucha contra el cambio climático. Desde la empresa que se dedica a fabricar envases para packaging haciéndolos más sostenibles hasta una comercializadora eléctrica como AEQ, ofreciendo a nuestros clientes el suministro de la luz procedente de fuentes de energías renovables y compensando voluntariamente las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero que generamos. Todas las empresas, independientemente del sector al que pertenezcamos, debemos ser una palanca de cambio en la transición energética como comentaba mi compañero Juan Valadés en su último post sobre “El papel de la empresa en la transición energética”.

Las industrias apuestan por la descarbonización

 

 

<a href='https://www.freepik.es/vectores/fondo'>Vector de Fondo creado por rawpixel.com - www.freepik.es</a>El papel de las empresas en la lucha contra el cambio climático es fundamental, la recuperación económica tras el COVID-19 pasa por trazar una hoja de ruta hacia las energías renovables. Como todos sabemos, la crisis sanitaria que estamos viviendo desde hace ya casi un año va a dejar devastadoras consecuencias para la economía, si a eso le sumamos el coste producido por los desastres naturales, que cada vez son más numerosos debido al cambio climático y que la ONU cifra en 250.000-300.000 millones de dólares anuales, no hay duda de que las empresas tienen que ser parte importante en el proceso de descarbonización.

Todavía existen múltiples compañías que no creen en el cambio climático o que creen que su aportación es insignificante y no merece la pena una alteración tan importante en sus infraestructuras, estrategia, etc., pero estas empresas terminarán por ser parte de la descarbonización si eso les beneficia, y es que el informe titulado «El carbono baja, los beneficios crecen» que elaboró en 2007 el Climate Group, mostraba cómo 27 empresas que habían adoptado medidas para reducir sus emisiones de GEI presentaban ahorros en sus costes directos.

Se deduce de este informe que las empresas pueden llegar a favorecerse en un alto grado al reducir sus emisiones a la vez que ayudan a proteger el medio ambiente, pues se ha demostrado que muchas empresas han aumentado sus ingresos y sus beneficios, además de apoyar la creación de empleo. Por si fuera poco, todo esto suscita un elevado interés en empresas inversoras que hacen que la rueda siga girando hacia la transición energética.

España tiene un gran potencial en este sentido, nuestro clima fomenta la generación a partir de fuentes de energías renovables, y esto nos convierte en un país muy atractivo para las empresas que quieren invertir en energías limpias. ¿No deberíamos explotar esta oportunidad?

Son muchas las compañías españolas que ya están implementando estrategias enfocadas a la reducción de emisiones en reducción co2sus negocios, para ello deben idear planes que lleven a la mejora de su eficiencia energética y así reducir la huella de carbono de todos sus procesos. En el informe El rol del sector privado hacia una economía cero en carbono en España, el 73% de las compañías encuestadas afirmaron haber conseguido disminuir sus emisiones a través de medidas dedicadas a la reducción de emisiones.

Algunas de estas empresas incluso se han convertido en líderes de sostenibilidad dentro de su sector de actividad, pero parece ser que todavía no es suficiente, puesto que estos avances conseguidos en la reducción de emisiones de carbono se ven, a veces, ensombrecidos por las emisiones derivadas del crecimiento de estas compañías; hay que acelerar el ritmo y adaptar la estrategia de crecimiento de las compañías si queremos cumplir nuestro compromiso con Europa de tener una economía neutra en carbono antes de 2050.

Eficiencia energética como valor de diferenciación

 

Como comentaba antes, los clientes cada vez están más concienciados con el cambio climático y el medio ambiente, y para cualquier empresa que siga la filosofía Customer centric, es decir, aquellas compañías que centran su estrategia en el consumidor, que el cliente reclame nuevos productos y/o servicios más sostenibles debe ser el primer motivo de una larga lista de razones por las que reducir su huella de carbono.

Centrar la atención en las necesidades y gustos del cliente desemboca en la posibilidad de ofrecerle un valor añadido y de diferenciarnos de la competencia.AEQ renovable

Desde AEQ ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de consumir energía 100% renovable, damos la oportunidad de contratar la instalación de una batería de condensadores que no solo reducirá el importe total de la factura al eliminar el concepto de “energía reactiva” de la misma, sino que el cliente será energéticamente hablando más eficiente.

Además, con nuestro servicio de Telemedida, el cliente eléctrico podrá ajustar su consumo a las horas más baratas y aplicar medidas de eficiencia energética como la detección de consumos no deseados, entre otras muchas.

En definitiva, pequeñas, medianas y grandes empresas debemos apoyar la transición a una economía libre de carbono. Lo positivo es que eso ya está sucediendo, desde empresas pequeñas como AEQ a grandes compañías como Apple, Facebook, Google o Ikea.

 

 

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