La última medida tomada por el Gobierno de España para ahorrar energía ha levantado ampollas, y es que en plena ola de calor programar el aire a no menos de 27ºC, como nos indican los medios de comunicación y el propio gobierno, cuanto menos genera debate. José Salmerón nos da su opinión acerca de esta norma.
Como pasa en muchas ocasiones, tenemos la mala costumbre de no leer y fiarnos de las cosas que cuentan los medios de comunicación o los políticos. Hace años, cuando el BOE no se publicaba en Internet, podía tener justificación no leer una norma que nos afectase directamente. Hoy en día, no hay excusa. Creo que a veces, los propios políticos no se leen las normas que ellos mismos promulgan. Me quiero centrar, como ejemplo cercano, en la aplicación Real Decreto-ley 14/2022, conocido como el decreto de las medidas de ahorro energético, aunque contiene muchas más normas de diferentes ámbitos. Con relación a estas medidas, el art. 29 establece lo siguiente:
«Uno. La temperatura del aire en los recintos habitables acondicionados que se indican en el apartado 2 de la I.T. 3.8.1 del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), aprobado por Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, se limitará a los siguientes valores:
a) La temperatura del aire en los recintos calefactados no será superior a 19 ºC.
b) La temperatura del aire en los recintos refrigerados no será inferior a 27 ºC.
[…]»
¿A qué temperatura hay que programar las máquinas de aire?
Los medios de comunicación hablan todos de la temperatura de los aires acondicionados, que es lo que genera más impacto mediático en plena(s) ola(s) de calor, y de las máquinas. En mi corto entender, “la temperatura del aire en el recinto” no es igual a la temperatura a la que se ponga el aparato de aire acondicionado. Los recintos suelen ser amplios y la temperatura tiene una distribución no homogénea en las oficinas, salas, naves industriales o comedores. Todos conocemos las eternas luchas con el termostato en las oficinas, donde unos pasan frío y otros calor al mismo tiempo. Sin ser un experto en el tema, mi corto entendimiento me dice que, para alcanzar una temperatura media en el recinto, como la establecida en el mencionado artículo, se deberá programar los aparatos de aire acondicionado a una temperatura menor de la establecida como objetivo para poder mantener la temperatura media de la sala en el límite regulado. Como experiencia propia, añadiré que en la terminal 4 del aeropuerto de Barajas esta mañana, con miles de personas facturando y embarcando, hacía un calor infernal. Creo que no se han debido leer el BOE, o utilizan las noticias como excusa para ahorrarse dinero, ya que no podemos elegir otro aeropuerto desde el que iniciar el viaje.
Creo que esta administración, debería explicar la aplicación práctica de la norma que, en mi opinión, no es como nos la cuentan ni ellos ni los medios. Esta medida debería ir también acompañada, creo, de medidas que fomenten la mejora del aislamiento y de consejos que ayuden a un menor gasto energético, con ejemplos prácticos y que probablemente no requieran inversión alguna.
Medidas tomadas por el Gobierno de España
Estas medidas establecidas por el gobierno vienen determinadas porque la Unión Europea ha decidido que hay que ahorrar energía en previsión de que Rusia pueda cortar el suministro de gas natural que actualmente envía a varios países europeos, principalmente Alemania e Italia como economías de mayor tamaño dentro de los países potenciales afectados. Con sinceridad, posiblemente por mi corto entender, no sé cómo ayudaría a estos países, que no tienen otra vía para proveerse de gas que los gasoductos con Rusia, que nosotros ahorremos energía. El gas que consumimos en la península no compite con el abastecimiento de estos países. El gas que no consumamos nosotros no lo podrán consumir ellos porque no tienen infraestructuras ni para recibirlo por barcos metaneros ni para trasportarlo por tubo desde la península a la red centroeuropea de gasoductos.
¿Cómo ayuda al resto de Europa que España ahorre energía?
¿Cómo ayuda entonces nuestro ahorro energético a que los potenciales afectados del corte de los gasoductos rusos puedan evitar sus consecuencias? A todo el mundo le parece bien nuestro ahorro, pero creo que no han explicado cómo ayudaría a que los alemanes o italianos no tuviesen que parar su industria si Rusia les cortase el suministro. Este tipo de solidaridad parece más una ayuda moral (nos apretamos todos el cinturón, aunque que yo lo haga no afloja el tuyo) que una ayuda que pueda tener algún efecto práctico, en mi opinión. Recordemos que el objetivo no es rebajar los precios de la energía, en cuyo caso se entendería que una diminución general de la demanda rebajaría los precios, sino ahorrar energía para cuando falte el gas ruso.
Es posible que mi capacidad no dé para entender bien los mecanismos que justifican el ahorro energético que promulga Europa y regula el gobierno español, tal como lo han contado, pero tengo la mala costumbre de hacer preguntas cuando no entiendo algo.