El COVID-19 ha irrumpido en la actividad económica de todos los sectores del país, pero si tenemos que analizar el impacto en el sector energético, debemos ser positivos, puesto que el virus no ha afectado demasiado al desarrollo de nuevos proyectos renovables previstos antes de que comenzara la pandemia.
El sector energético durante el coronavirus
A estas alturas, todos somos conscientes de los daños que está causando el COVID-19 en todos los ámbitos. Aunque parece que se está empezando a ver algo de luz al final del túnel, el desconocimiento que hay aún del virus sigue generando desconfianza.
En anteriores entradas del blog de AEQ ya se comentaba el parón que hubo en muchos sectores debido al confinamiento y, aunque el sector energético no se vio tan afectado como otros sectores, ya que se siguió con la construcción de muchos de los proyectos, se generó cierta incertidumbre debida fundamentalmente a los retrasos y al precio de la energía.
Hay que recordar que, aunque el sector de la energía en España tiene un peso aproximadamente del 2,5% en el PIB, su importancia va mucho más lejos ya que es un sector estratégico del que necesitan todos los sectores de la actividad económica. La energía es esencial para cualquier clase de producción de bienes y servicios.
A esto hay que sumar la buena dinámica que llevaba el sector en 2019, donde REE confirmó que fue el año donde más renovable se conectó en España.
Fuente: REE (Red Eléctrica de España)
Previsión de nuevas instalaciones de generación
Para el 2020 la previsión de nuevas instalaciones era similar incluso sin la existencia de subastas activas. Creo que hay que ser optimistas, ya que a pesar del impacto económico y la incertidumbre generada por el COVID-19, la tendencia ha sido positiva, a pesar de que hemos sufrido retrasos en la cadena de suministro y en la construcción de algunos proyectos, como ha pasado en otros países también. A lo anterior hay que sumar la falta de certeza que se generó las primeras semanas de confinamiento con la bajada de los precios de la energía como ya comentó mi compañero Raúl anteriormente. Bajada de precio debida al descenso de la demanda y al desplome de los precios del gas.
Pero hay que decir que, incluso con todos los contras comentados, como he dicho anteriormente el sector ha mantenido la buena dinámica y se han conectado nuevos grandes proyectos, incluso durante la cuarentena por el coronavirus.
En estos nuevos proyectos que ya se han conectado y los que están esperando ahora mismo para ser conectados, el precio de la energía y los futuros son fundamentales, ya que los ingresos de las plantas dependen únicamente del precio que les den por la energía producida. Debido a esto muchos optan por intentar cerrar un PPA, mercado que parece se está reactivando ahora que se han estabilizado los futuros y el precio de la energía.
Con el mercado de las garantías de origen pasó algo similar, se congeló con el confinamiento, pero nuevamente se están cerrando operaciones y los precios de estas, tras tocar fondo este año, han vuelto a subir.
Creo que todos estamos de acuerdo en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente sostenible con el medio ambiente. Ayudándonos de iniciativas como el European Green Deal y el Plan Nacional de Energía y Clima, donde entre otras cosas, se promueve la penetración de energías renovables, tenemos que seguir impulsando las renovables como sector estratégico para conseguir esta recuperación económica. Hay que destacar para conseguir esto que, a pesar de la crisis económica generada, los cambios legislativos, las nuevas tecnologías más eficientes y las condiciones climatológicas de España, se ha conseguido que nuestro país escale 4 puestos entre los países más atractivos para la inversión de renovables colocándose en el puesto 11 según el último informe ‘Renewable Energy Country Attractiveness Index (Recai)’, elaborado por EY. España sobresale «como uno de los países más atractivos y con mayor proyección de crecimiento en materia de energías renovables».
Por otro lado, este mes de mayo el Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Entre otros el texto fija estos objetivos:
- El sistema eléctrico español tiene que ser 100% renovable en 2050.
- Antes de terminar la década, como mínimo el 35% del consumo final de energía deberá tener origen renovable. En el caso del sistema eléctrico, la presencia renovable en 2030 deberá ser de al menos un 70%.
Además, el 23 de junio se publicó el Real Decreto-ley 23/2020, por el que se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica. Se promoverá un nuevo sistema de subastas similar a otros que tuvieron mucho éxito en Europa a través del cual se determinará el precio de retribución de la energía de las nuevas instalaciones renovables. También el RDL habla de temas más novedosos como son la repotenciación, la hibridación y el almacenamiento, lo que permitirá un mejor aprovechamiento de redes, para las cuales se crea también un nuevo marco de acceso y conexión que prevé facilitar y agilizar la tramitación de nuevos proyectos.
Hablando con distintos inversores, tanto nacionales como internacionales, se puede ver un optimismo general que, personal y humildemente, comparto con respecto a los proyectos a corto y medio plazo en nuestro sector.