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Pymes: beneficios de la carga eléctrica de coches en flotas

Cada vez más pymes están optando por la electrificación de sus flotas de vehículos, motivadas por una combinación de ahorro económico, sostenibilidad y mejora de su imagen corporativa. Aunque la transición hacia los vehículos eléctricos puede ser un reto, los beneficios que ofrece a largo plazo son evidentes. Por ello, en este artículo de AEQ Energía analizaremos cómo la carga eléctrica de coches en flotas puede marcar la diferencia para las pequeñas y medianas empresas. ¡Sigue leyendo!

Ahorro de costes operativos

Uno de los aspectos que más preocupa a las pymes y autónomos en cuanto a la carga eléctrica de coches es el coste. Aquí es donde la electrificación puede jugar un papel clave, pues los vehículos eléctricos suelen ser más económicos en términos operativos que los vehículos de combustión interna. Además, aunque el precio inicial de adquisición de un coche eléctrico puede ser superior, esta inversión se compensa con los ahorros en el mantenimiento y el combustible.

Por otro lado, el coste de la electricidad es significativamente inferior al de los combustibles fósiles, especialmente si se tiene en cuenta que los precios del petróleo son volátiles. Además, los vehículos eléctricos tienen menos piezas móviles y no requieren cambios frecuentes de aceite, filtros o componentes del motor, lo que reduce considerablemente los costes de mantenimiento. Por tanto, a largo plazo, estos ahorros pueden representar una diferencia considerable en el balance financiero de la empresa.

Por otro lado, las estaciones de carga privadas pueden instalarse en las propias instalaciones de la empresa, lo que permite cargar los vehículos durante la noche o en horas de bajo consumo eléctrico, reduciendo aún más los costes. 

Sostenibilidad y mejora de la imagen de marca

La sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una necesidad. Las pymes que apuestan por la carga eléctrica de coches están dando un paso importante hacia la reducción de su huella de carbono y, con ello, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Esta eficiencia energética no solo tiene un impacto positivo en el medioambiente, sino que también mejora la percepción de la empresa ante clientes, proveedores y la sociedad en general.

Muchas veces, los consumidores valoran y prefieren comprar productos o contratar servicios de compañías que demuestran un esfuerzo real por proteger el medioambiente. Así, la electrificación de la flota puede ayudar a las pymes a captar nuevos clientes, mejorar su reputación y posicionarse como líderes en responsabilidad social.

Además, para aquellas empresas que colaboran con administraciones públicas o grandes corporaciones, el uso de vehículos eléctricos puede ser un requisito o una ventaja competitiva a la hora de optar a contratos o licitaciones.

Acceso a incentivos y ayudas fiscales

El gobierno y otras instituciones están incentivando cada vez más la transición hacia la carga eléctrica de coches mediante ayudas económicas, subvenciones y beneficios fiscales. Las pymes que decidan electrificar su flota pueden acceder a diversas líneas de apoyo que ayudan a reducir el coste de adquisición de los vehículos, así como a financiar la infraestructura de carga necesaria.

Entre las ayudas más comunes están las subvenciones directas para la compra de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de carga. Además, los beneficios fiscales, como la exención de impuestos o deducciones en el IVA, son un aliciente importante para las empresas. Dependiendo de la ubicación de la empresa, también pueden estar exentas de pagar peajes o recibir tarifas reducidas en parkings y otras tasas urbanas.

Menos restricciones en zonas urbanas

Cada vez son más las ciudades que implementan zonas de bajas emisiones para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire. En estas áreas, los vehículos de combustión interna se enfrentan a restricciones de circulación, limitaciones horarias o incluso prohibiciones. Sin embargo, esta es una de las ventajas de la carga eléctrica de coches, pues este tipo de vehículos está exento de muchas de estas restricciones, lo que permite a las pymes operar sin obstáculos en estas zonas clave.

Esto es particularmente relevante para las empresas que dependen de la movilidad urbana, como las de reparto o aquellas que ofrecen servicios a domicilio. Contar con una flota de vehículos eléctricos garantiza que puedan seguir atendiendo a sus clientes en cualquier parte de la ciudad sin preocuparse por multas o limitaciones horarias. 

Reducción del ruido y mejora del entorno laboral

Una ventaja menos mencionada pero igualmente importante de la carga eléctrica de coches es su funcionamiento silencioso. A diferencia de los motores de combustión, los vehículos eléctricos generan mucho menos ruido, lo que contribuye a un entorno laboral más tranquilo y a una mejor experiencia para los empleados, especialmente en zonas urbanas o residenciales donde el ruido es un problema.

Además, la reducción del ruido no solo mejora las condiciones de trabajo para los empleados, sino que también evita molestias a los residentes o a otros negocios, lo que favorece las relaciones en la comunidad. Por último, el menor ruido puede aumentar la seguridad en la conducción, ya que solemos estar menos expuestos al estrés acústico.

Para terminar, la carga eléctrica de coches en flotas ofrece a las pymes un abanico de beneficios que debes aprovechar. En definitiva, la transición hacia vehículos eléctricos no solo es una decisión financiera acertada, sino también una apuesta por la sostenibilidad y el futuro, posicionando a las pymes como referentes en su sector.

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