El gobierno de España ha anunciado su intención de realizar una nueva subasta que ayude a alcanzar el objetivo del 20% de energía renovable generada para el año 2020 y cumplir con los compromisos adquiridos con nuestros socios europeos
En vista del éxito alcanzado en la última subasta de renovables el pasado mayo, el gobierno de España anunció semanas después su intención de realizar una nueva subasta que ayude a alcanzar el objetivo del 20% de energía renovable generada para el año 2020 y cumplir con los compromisos adquiridos con nuestros socios europeos. El gobierno ha visto la oportunidad de incrementar la producción de energía eléctrica a través de fuentes de energía renovables y hacerlo a un coste que se espera que sea igual o incluso menor que la última subasta.
Teniendo en cuenta que el gobierno conoce los resultados completos de la subasta celebrada el 17 de mayo (el número total de participantes y los porcentajes de descuento realizados por los adjudicatarios y los no adjudicatarios) y el descontento de una parte del sector por las particularidades de la misma, se ha convocado la nueva subasta de energías renovables, que hasta el momento parece que tendrá las siguientes particularidades:
En vista de lo publicado hasta el momento sobre la subasta y las similitudes con la anterior, podemos sacar algunas conclusiones:
- A diferencia de la anterior, que estaba destinada a energías renovables incluidas en la categoría b, la actual subasta está dirigida a nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables pertenecientes al grupo b.2 y el subgrupo b.1.1 según RD 413/2014.
- En vista de la gran cantidad de promotores que se quedaron fuera en la última subasta ofertando a máximo descuento, el gobierno español dará una vuelta más de tuerca a los inversores españoles e incrementará los porcentajes máximos de descuento sobre la inversión inicial. Comparando con la última subasta de renovables, se ha pasado de un 63,43% a un 81,91% de descuento en eólica y de un 51,22% a un 65,80% en fotovoltaica. Para los porcentajes de descuento máximo que probablemente sean finalmente establecidos el valor del sobrecoste unitario mínimo se establece en -16,595 €/MWh (según la resolución de la Secretaría de Estado publicada el 14 de junio de 2017).
- Los plazos que se establezcan para llevar a cabo la ejecución de los proyectos adjudicatarios serán cortos, por lo que existirá riesgo de incumplimiento de los hitos establecidos y, por consiguiente, pérdida parcial o total de las garantías. Incluso existe el riesgo de no conseguir tener la instalación en funcionamiento el 31 de diciembre de 2019 y que España no alcance los objetivos marcados por Europa.
- El gobierno espera adjudicar más MW, siempre y cuando sean a un sobrecoste nulo o negativo para el sistema. Por ello, en la cláusula de confidencialidad dejará la posibilidad de que si el sobrecoste para el sistema es nulo o negativo se adjudiquen más MW que los inicialmente ofertados.
- Si en esta subasta se mantienen las características de adjudicación aplicadas en la anterior subasta, se favorecerá a aquellas tecnologías con mayor número de horas equivalentes asignadas. Y si se mantiene el número de horas equivalentes por tecnología, se verá beneficiada la tecnología eólica en detrimento de la fotovoltaica. El gobierno espera que en esta subasta entren muchos más MW de potencia pertenecientes a instalaciones fotovoltaicas, debido a que se reserva la opción de adjudicar más MW que los 3.000 MW iniciales siempre que sea a un sobrecoste nulo o negativo. Es previsible que el gobierno intente con esta subasta reconciliarse con el sector fotovoltaico, que se siente maltratado al considerar que la anterior subasta no respetaba el principio de neutralidad tecnológica.
- Los promotores que están interesados tienen que preguntarse si el suelo que se establecerá en la retribución especifica cuando se va a máximo descuento es suficiente para poder ejecutar el proyecto.
Las decisiones poco meditadas y oportunistas perjudican al consumidor y al productor a largo plazo y esta subasta parece reunir estas características. España tiene que apostar por una política energética meditada, consensuada con todos los sectores afectados y largo placista.
Pero como todo tiene su parte positiva, hay que aplaudir el enorme esfuerzo e interés de muchos promotores e inversores en apostar por las energías renovables, que colocan a España en un lugar privilegiado en el sector de la energía renovable mundial.